jueves, 20 de septiembre de 2018

Recuerdos


ÁRBOLES.  HIGUERAS.  “LA FIGUERETA”

Resultat d'imatges de campos

 Una  buena cosa que nos pueden haber pasado es haber nacido  en el campo.
Las hierbas eran fantásticas, tenían vida las flores silvestres.
 Los árboles servían para jugar a casitas, palacios, allá subían las amiguitas.
 Si alguna rama  desgarraba los viejos vestidos que llevábamos atrapábamos el colgajo con las  bragas,  nos sentíamos princesas.
Siempre eran atractivos los árboles fáciles de poder ir arriba y abajo; lo amueblavamos con piedras  cortinas de tallos  y lo que hiciera falta, así era distribuido en habitaciones y comedor como si fuera una casa. Para columpios,  nos ponían unos metros de  bencejo. Un niño mudito  me decía “niña garza”  "niña garza” arriba de un olivo, su madre se ponía contenta  de que dijera una palabrita, parecia mas vivo.


 Teniamos  los preferidos, olivos , albaricoqueros, los asequibles frutales
El mejor por fresco, de hojas anchas y ramas adecuadas era  la higuera.
  Algunas de ellas estaban con un perfil de agua debajo o una pila de lavar,
El  agua jabonosa la usábamos de leche, jugábamos a casitas
con   trozos de plato y cosas rotas hacíamos los enseres del hogar.

Pora muñecas usábamos piedras, las vestíamos con hojas y hierbas.
Con las hojas de higuera, y pàmpols de cepas hacíamos de modistas
siguiendo los nervios de la hoja con flores  o puntitos , éramos artistas
,
Cuando  habia agua en el perfil, lo lavábamos todo nos poníamos dentro.
 El agua daba un toque fantástico,  mojaditas , las madres nos reñian.
Pasaban las horas volando, la hora de comida y cena recordarnos debian
 para  ir cada uno a su casa y, despues, poder volver.  al siguiente dia

Por su forma ,  con dos troncos,   la mas emblemática y preferida,
 para  jugar, imaginar, coser, estudiar, subir y bajar  era la “figuereta”
 Además de jugar, servía para ir a leer y estudiar en verano.
“Can Can” la revista de las burbujas, los de “colección azucena”,
 algún que otro libro que teníamos por casa,  leiamos el mismo,
 lo repetiamos varías veces, uno de nuevo era una cosa  extraordinaia
Teníamos TBOs y Pulgarcitos que nos traían los parientes de Barcelona.
 Un verano en  tercero de bachillerato que repetí el dibujo lineal,
 con una rama por butaca y dos por mesa, alla arriba, me salio fenomenal

 La figuereta con los años iba creciendo, se hizo muy grande. 
 Se veían allá los nuevos niños con sus cosas también jugando;
 eran mas movidos, xicarrones ellos, iban mas arriba alborotados, 
 rompían ramas, uno cayó desde arriba  y se rompio el brazo. 
 En otra figuereta desde tierra hacían cabanitas de verdad, 
una estuvo tiempo construida, debía de ser una cosa ya de vocación
 porque las criaturas estas, hoy en día, estan  a la construcción.

 La figuereta tenía dos troncos,  al hacerse grandiosa invadio un camino.
 Al trabajar los campos con tractores estos árboles grandes se cortaron
 Asi que las dos partes, poco a poco , tuvieron  el mismo destino.
     Con el tiempo, unos estamos fuera, otros para  siempre se han ido,
unos  brotes sueltos, como recuerdos del ayer vuelven a salir de nuevo. 

 En las fincas de los alrededores también había muchas higueras,
 todas han tenido el mismo destino, los frutales  en cantidad, rentables
 han sustituido a los árboles caseros, como eran las  estupendas cerezas.
 Por aquellas tierras, hoy por hoy, paseando con sensaciones indescriptibles,
  donde había  una gran higuera-sombra para lavar, hay un pino muy alto
 y una pila antigua esta tirada por allí de canto.

Siempre estas cosas, los árboles antiguos ,las higueras, estan en el recuerdo. Ahora se usan pora árboles de jardín, ornamentos que remueven el pasado.
 En los parques, alguna atrae mas  sentare  en una rama que en un banco,
para  subir arriba, la discreción, el vestuario  la agilidad, no dan para tanto.

 Hay una higuera abandonada, ignorada ,en  las afueras de la cuidat junto al carril de la entrada a  la Gran Vía, viniendo del Garraf.                                     
En  una revuelta de matorrales  y hierbas silvestres, de  aquellos rincones
 que quedan como milagrosamente  despues de grandes construcciones.
Esta “figuereta”, allá esta, dehojada con el frio y verde  cuando  le toca, superviviente de la especie, con  una foto, queda  en recuerdo de todas.


J Motis , mayo 2010.

No hay comentarios:

Publicar un comentario