Teniamos
los preferidos, olivos , albaricoqueros, los asequibles
frutales
El
mejor por fresco, de hojas anchas y ramas adecuadas era la
higuera.
Algunas
de ellas estaban con un perfil de agua debajo o una pila de lavar,
El
agua jabonosa la usábamos de leche, jugábamos a casitas
con trozos
de plato y cosas rotas hacíamos los enseres del hogar.
Pora
muñecas usábamos piedras, las vestíamos con hojas y hierbas.
Con
las hojas de higuera, y pàmpols de cepas hacíamos de modistas
siguiendo
los nervios de la hoja con flores o puntitos , éramos artistas
,
Cuando
habia agua en el perfil, lo lavábamos todo nos poníamos
dentro.
El
agua daba un toque fantástico, mojaditas , las madres nos
reñian.
Pasaban
las horas volando, la hora de comida y cena recordarnos debian
para ir cada uno a su casa y, despues, poder volver. al siguiente
dia
Por
su forma , con dos troncos, la mas emblemática y
preferida,
para
jugar, imaginar, coser, estudiar, subir y bajar era la
“figuereta”
Además
de jugar, servía para ir a leer y estudiar en verano.
“Can
Can” la revista de las burbujas, los de “colección azucena”,
algún
que otro libro que teníamos por casa, leiamos el mismo,
lo
repetiamos varías veces, uno de nuevo era una cosa extraordinaia
Teníamos
TBOs y Pulgarcitos que nos traían los parientes de Barcelona.
Un
verano en tercero de bachillerato que repetí el dibujo lineal,
con
una rama por butaca y dos por mesa, alla arriba, me salio fenomenal
La
figuereta con los años iba creciendo, se hizo muy grande.
Se
veían allá los nuevos niños con sus cosas también jugando;
eran
mas movidos, xicarrones ellos, iban mas arriba alborotados,
rompían ramas, uno cayó desde arriba y se rompio el brazo.
En
otra figuereta desde tierra hacían cabanitas de verdad,
una
estuvo tiempo construida, debía de ser una cosa ya de vocación
porque
las criaturas estas, hoy en día, estan a la construcción.
La
figuereta tenía dos troncos, al hacerse grandiosa invadio un
camino.
Al
trabajar los campos con tractores estos árboles grandes se cortaron
Asi
que las dos partes, poco a poco , tuvieron el mismo destino.
Con el tiempo, unos estamos fuera, otros para siempre se han ido,
unos
brotes sueltos, como recuerdos del ayer vuelven a salir de
nuevo.
En
las fincas de los alrededores también había muchas higueras,
todas
han tenido el mismo destino, los frutales en cantidad,
rentables
han
sustituido a los árboles caseros, como eran las estupendas
cerezas.
Por
aquellas tierras, hoy por hoy, paseando con sensaciones indescriptibles,
donde había una gran higuera-sombra para
lavar, hay un pino muy alto
y una pila antigua esta tirada por
allí de canto.
Siempre
estas cosas, los árboles antiguos ,las higueras, estan en el
recuerdo. Ahora se usan pora árboles de jardín, ornamentos que
remueven el pasado.
En
los parques, alguna atrae mas sentare en una rama que en
un banco,
para
subir arriba, la discreción, el vestuario la agilidad,
no dan para tanto.
Hay
una higuera abandonada, ignorada ,en las afueras de la cuidat
junto al carril de la entrada a la Gran Vía, viniendo del
Garraf.
En
una revuelta de matorrales y hierbas silvestres, de
aquellos rincones
que
quedan como milagrosamente despues de grandes construcciones.
Esta
“figuereta”, allá esta, dehojada con el frio y verde cuando
le toca, superviviente de la especie, con una foto, queda
en recuerdo de todas.